Piensa en la visión como en una pista de aterrizaje. Tus ojos son el avión que te descubre paisajes increíbles, y la salud visual es tu soleado destino de vacaciones. Sin la pista no vas a llegar a ninguna parte, aunque tengas un panorama deslumbrante delante de tí.

Todos conocemos a alguien que se enfrenta a una ceguera sorpresiva, porque perdió la referencia de la salud visual, no tiene pista de aterrizaje. Así que abróchate el cinturón y pon tu asiento en posición vertical. ¡Estamos a punto de despegar!

Cuando revisas tu agudeza visual, puedes medir la capacidad de discriminar objetos a diferentes distancias y conocer que tu enfoque visual está funcionando bien.  Debes conocer el estado de tu visión binocular, la capacidad de convergencia y la normalidad de los movimientos oculares. Con una prueba sencilla se puede determinar que la visión cromática es normal. La medida de la tensión ocular te orienta si está dentro de unos parámetros de referencia. La exploración del segmento anterior del ojo descubre la existencia de ojo seco, inflamaciones de conjuntiva y párpados o la existencia de una catarata.

Ahora el oftalmólogo es el piloto del avión y va a explorar el interior del ojo. La cavidad vítrea y la salud del gel intraocular nos dan una valiosa información del riesgo de sufrir un desprendimiento de retina o la presencia de una inflamación latente. La retina es la membrana más noble y delicada que podemos observar directamente;  sus capilares, la pigmentación y su grosor nos hablan de su buena salud en el presente y los riesgos para el futuro. El nervio óptico se descubre con un perfil, coloración y excavación de características individuales.

Realizando este viaje con periodicidad puedes asegurar que has puesto todos los medios posibles para llegar a una buena pista de aterrizaje que preserve tu visión.

Dr. José Gutiérrez Amorós