Comenzando con una serie de entradas del blog sobre urgencias en oftalmología, hoy os vamos a hablar del Hiposfagma.

Los derrames oculares visibles en la zona blanca del ojo se definen como Hiposfagmas. Dicho de una forma más técnica, estos derrames son hemorragias subconjuntivales (entre la conjuntiva y la esclera) producidos por la rotura de pequeños capilares.

Los pacientes que sufren uno de estos derrames suelen ser advertidos por otra persona o se los descubren al verse en el espejo. La razón es que el hiposfagma no produce dolor ni disminución de la agudeza visual, pero pueden ser muy llamativos para el paciente.

La causa de este proceso puede ser un traumatismo o espontánea. Aunque están relacionados estrechamente con ciertos factores de riesgo como la hipertensión arterial (HTA), arterioesclerosis, diabetes mellitus, terapia anticoagulante, cirugía ocular o aumento de la presión venosa (fenómeno de Valsalva, tos o vómitos).

Clínicamente, es importante la dilatación pupilar para la evaluación del fondo de ojo y la medida de la tensión arterial del paciente. El tratamiento consiste principalmente en la valoración de la enfermedad subyacente, aunque en ocasiones se pueden tratar los signos asociados con lágrimas artificiales y antiinflamatorios. Normalmente, las hemorragias se acaban reabsorbiendo en pocos días.

MSc. Ramón Llano Atanes

Departamento de Optometría