Los recientes avances quirúrgicos permiten la reparación de los daños causados en córnea, iris, cristalino y retina. Con frecuencia son numerosas las intervenciones que se precisan para preservar la transparencia de medios y conservar la reaplicación de la retina. La inflamación intraocular, la recesión angular traumática, la hemorragia intraocular y el uso de aceite de silicona son los factores que favorecen el aumento de la presión intraocular (PIO) con daño al nervio óptico, provocando un Glaucoma Postraumático.

La medicación tópica y oral tienen una eficacia limitada y pueden ser insuficientes para lograr el control de la PIO. La cirugía clásica mediante trabeculectomía tiene un alto riesgo de fracaso por fibrosis y cierre de la filtración. El tratamiento con láser mediante ciclofotocoagulación o endofocoagulación es destructivo y añade un componente a la inflamación generada por el traumatismo.

El implante con válvula de Ahmed nos ha permitido controlar la tensión ocular en casos donde la respuesta a tratamiento médico hipotensor y antiinflamatorio no fue eficaz.

Casos clínicos

Caso 1

Traumatismo perforante ocular con herida corneoescleral y uveitis postraumática. Intervenido de desprendimiento de retina y catarata. Padece crisis de hipertensión ocular con episodios de pérdida de visión. Presenta un desprendimiento de retina quístico nasal limitado que ha recidivado.

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El implante valvular permite controlar la PIO y evitar la progresión del daño al nervio óptico.

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Caso 2

Cuerpo extraño intraocular con desprendimiento de retina, que fue intervenido mediante vitrectomía y aceite de silicona. A pesar de la extracción del aceite de silicona, la hipertensión ocular causa una atrofia glaucomatosa severa del nervio óptico, solo controlable con el implante valvular.

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Caso 3

Traumatismo contuso con midriasis pupilar parética y subluxación de cristalino. La hipertensión ocular se controla con implante valvular y permite demorar la intervención sobre el cristalino hasta que la inflamación postoperatoria desaparezca.

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Caso 4

Traumatismo contuso con recesión angular y glaucoma secundario. El implante valvular sufre un taponamiento por hemorragia al día siguiente de la intervención.

Mediante fotodisrupción con laser YAG se repermeabiliza y la tensión ocular se controla en las siguentes 24 horas.

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Caso 5

Traumatismo contuso, recesión angular y subluxación de cristalino. La tensión ocular superior a 50 mmHg y la excavación glaucomatosa avanzada. El implante valvular permitió controlar la tensión. Un año despues fue intervenido de catarata con implante de lente intraocular (LIO) logrando una mayor agudeza visual.

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Dr. José Gutiérrez Amorós