Detectar de manera precoz alteraciones visuales durante los primeros años de vida resulta de vital importancia, de ahí la necesidad de realizar una consulta ocular profesional en etapas tempranas.
Entre los dos y tres años de edad, el niño comienza la actividad de acomodación visual, a la par que eclosiona su curiosidad. En caso de producirse una ametropía (u otra alteración subyacente) habría probabilidades de que se manifestara un exceso de convergencia, asociada al esfuerzo acomodativo, lo que acabaría generando un estrabismo transitorio o permanente.
La desviación del paralelismo de los ojos, la asimetría de la forma de los párpados, del tamaño o del color de la pupila debe poner en alerta al adulto sobre la presencia de una posible alteración objeto de consulta con el profesional.
Existen síntomas de alarma como que el niño gire la cabeza de forma preferente al fijarse, que parpadee repetidamente, guiñe los ojos, se le enrojezcan o se queje de visión borrosa; los cuales pueden indicarnos un defecto como hipermetropía, astigmatismo o miopía.
Si la aparición de un ojo vago (ambiopía) y la pérdida de visión estéreo binocular no se detecta a tiempo, el cerebro del niño se adapta a esta situación de pérdida. Las oportunidades de corrección son muy bajas si la edad del niño supera la etapa de mayor plasticidad neuronal del cortex visual (habitualmente entre los 8 y 10 años).
Cuando toleramos malas costumbres visuales tales como lectura a oscuras, deficientes posturas, excesivo estímulo continuado en visión cercana, estamos abriendo la puerta a la aparición de miopía, cansancio visual e irritación ocular crónica.
Para prevenir el desarrollo de una visión correcta es aconsejable realizar una revisión oftalmológica entre los 2 y 4 años de edad. Podemos explorar la motilidad ocular, visión binocular, refracción, con y sin dilatación de la pupila, examen de fondo de ojo, biometría y ecografía ocular.
La paciencia y la experiencia son dos pilares para determinar el origen de los problemas visuales. Una detección precoz del especialista facilita enormemente el desarrollo controlado de una visión sana.
Dr. José Gutiérrez Amorós
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