Con la llegada de la primavera, una de las complicaciones oculares que más se producen son las conjuntivitis alérgicas. Se trata de una inflamación del tejido que cubre y vasculariza la esclera y el interior de los párpados.

La función de la conjuntiva es la de nutrir y servir como defensa ocular. Sin embargo, ciertos alérgenos pueden hacer que reaccione produciendo síntomas como enrojecimiento, lagrimeo, hinchazón, picor y fotofobia.

Además, si existe afectación nasal, puede aparecer congestión, estornudos, dolor de cabeza, dolor de garganta o tos.

La época de mayor incidencia suele ser la primavera, aunque dependiendo del alérgeno puede darse en otras épocas del año.

En la exploración ocular podemos observar signos como la hiperemia conjuntival, papilas, queratitis o inyección de la conjuntiva bulbar y tarsal.

Los pacientes pueden sentir alivio al evitar ambientes externos o aplicando frío en momentos de mucho picor.

En usuarios de lentes de contacto con conjuntivitis alérgica se requiere una limpieza mayor de estas lentes, ya que la adherencia de los alérgenos a las lentillas es muy alta. Por lo que en algunos casos lo recomendable es utilizar lentes de contacto diarias para evitar el continuo contacto con el alérgeno o evitar el uso de las mismas en la época estacional.

El tratamiento incluye antihistamínicos en colirio o de forma oral, aunque en ocasiones puede requerirse el uso de colirios antiinflamatorios y habitualmente el uso de lágrimas artificiales.

Desde la Clínica de ojos José Gutiérrez Amorós os damos algunos consejos para prevenir la Conjuntivitis alérgica:

  • Protección ocular con gafa de sol
  • Mantener una buena higiene facial y ocular
  • Evitar contacto ocular con las manos
  • Medicación correcta en caso de ser necesaria
  • Mayor control y limpieza de las lentes de contacto
  • Hidratación y limpieza de la superficie ocular con suero fisiológico o lágrimas

MSc. Ramón Llano Atanes

Departamento de Optometría