Ayer, 19 de octubre, fue el día mundial del Cáncer de mama. Con motivo de esta fecha nos gustaría hablaros sobre uno de los antiestrógenos más utilizado en esta enfermedad, como es el Tamoxifeno.

Este medicamento es el modulador selectivo de los receptores de estrógeno más recetado desde finales de los años 90. Se utiliza habitualmente en personas diagnosticadas de Cáncer de mama con receptores de hormonas positivas. Incluso tiene utilidad para reducir la probabilidad en mujeres que presentan un alto riesgo de desarrollar el cáncer.

El Tamoxifeno tiene grandes beneficios sobre el carcinoma mamario, sin embargo, puede producir complicaciones oculares en un pequeño porcentaje. Éstas, se dan a nivel de la retina por la existencia de depósitos cristalinos amarillentos en las capas internas y grisáceos en las capas externas. Además, se pueden dar la formación de quistes en la retina desestructurando la arquitectura de la misma.

Sintomáticamente, las complicaciones se pueden manifestar por visión borrosa, distorsión de las imágenes o alteraciones en los colores.

Retinografías (arriba) y OCT (debajo) de una paciente con depósitos cristalino y quistes intrarretinianos en ambos ojos por el uso de Tamoxifeno (Jeng et al. 2015).

El cáncer de mama afecta a más de 100.000 mujeres en nuestro país, con más de 27.000 nuevos casos al año (1 de cada 8 mujeres). Por eso es importante saber realizar una buena exploración mamaria a partir de los 20 años y someterse periódicamente a una mamografía a partir de los 40 años.

A nivel ocular, el uso de hormonas como el Tamoxifeno, requiere un estricto control del fondo de ojo y la realización de una tomografía de coherencia óptica (OCT) para descartar complicaciones.

MSc. Ramón Llano Atanes

Departamento de Optometría